Muchos artistas vieron oportuno utilizar la decoración escenográfica de los teatros para dar a conocer su trabajo, llegando a un público más amplio. Con ésta colaboración las obras pictóricas dejaban de ser autónomas para ajustarse a un proyecto artístico creando un espacio teatral.
El ballet aunaba el movimiento contemporáneo de los grandes artistas.
Diáguilev encargó la realización de vestuarios y escenografías a artistas como: Georges Braque, Joan Miró, Juan Gris, Picasso, Giacomo Balla, André Derain, entre otros. Al mismo tiempo trabajó con músicos como: Falla, Stravinsky, Rimski-Korsakov, Poulenc, etc.
Sergéi nunca quiso crear una escuela ni un método como tal, sino que quería sobresaltar la creatividad y unirlo con la danza. Los ballets rusos tuvieron varias etapas.
En la primera etapa eran de temática erótico-festiva, la fantasía, lo homosexual; éste erotismo iba ligado a lo exótico, por ejemplo obras como Cleopatra (1909) o Schéhérazade (1910) cuya escenografía la creó León Bakst.
En la segunda etapa se buscó renovar el historicismo y el naturalismo. Podemo ver decorados hechos por Braque, Ernst, Juan Gris, Picasso, quien diseñó la escenografía y el vestuario de la obra Parade (1917).
Ésta colaboración artística de principios del siglo XX, también la encontramos en los Ballets Suecos con obras de Fernand Léger, Chirico, etc; o el Teatro del Futurismo con Giacomo Balla, Prampolini, etc.
A continuación os pongo un vídeo del montaje de la exposición que se hizo en el CaixaFórum de Barcelona sobre los ballets.
No hay comentarios:
Publicar un comentario